Las sofoles y sofomes se convirtieron en una alternativa que proporciona financiamiento y asesoría a la medida de las necesidades de tu Pyme.
¿Necesitas un crédito para echar a andar tu empresa o algún proyecto que tienes bajo el tintero, y cuando te acercas a los bancos los créditos no se ajustan a lo que necesitas o te comen los intereses?
Las pequeñas y medianas empresas (Pymes), debido al sector al que pertenecen, muchas veces no pueden cumplir con los requisitos que la banca tradicional les solicita para otorgar un crédito.
Ante esta necesidad surgieron las sociedades de objeto limitado (sofoles) y las de objeto múltiple (sofomes), para atender necesidades específicas de las empresas que buscan un crédito a su medida, pero sobre todo, asesoría para darle buen uso a esos recursos e impulsar su crecimiento.
“A diferencia de la banca tradicional, atendemos personalmente al cliente. Como instituciones financieras no bancarias nos gusta visitar a nuestros clientes para que ellos nos expliquen sus proyectos y planes de negocios, con el propósito de entenderlos, analizarlos y poder ofrecerles un servicio crediticio que se adapte a las necesidades del ciclo productivo de su empresa”, explica Juan Carlos Sierra, presidente de la Asociación de sociedades financieras de objeto múltiple (Asofom).
“Estar especializadas en un sector o región nos permite atender ágilmente las necesidades de las empresas, así adaptamos nuestros productos a éstas”, agregó Carlos Fuentevilla, vicepresidente del sector Pyme de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE).
Justo lo que requieres
El acompañamiento personalizado es una de las características de estos intermediarios, detalló Gustavo Meléndez, director de Promoción Empresarial de la Secretaría de Economía (SE).
“A veces un proyecto requiere de evaluación y atención especial, y muchas veces tiene que ir acompañado de consultoría y asistencia técnica”.
Mónica Martínez, consejera especializada de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de las Instituciones Financieras (Condusef), explicó que la diferencia entre ambas entidades es que: “las sofomes se clasifican en Entidades Reguladas (ER) y Entidades No Reguladas (ENR) y tienen como función realizar alguna de las siguientes actividades: otorgar créditos, realizar operaciones de arrendamiento financiero y factoraje financiero”.
Las primeras se encuentran supervisadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), y en algunos aspectos por la Condusef; y las segundas en aspectos específicos por la Condusef”.
Las sofoles tienen la función de otorgar créditos o financiamientos para un fin en específico como viviendas, autos, créditos empresariales y las regula la CNBV.
Respuesta en el corto plazo
La misión de estas instituciones es facilitar el financiamiento justo y oportuno, con pocos requisitos y tasas más bajas para que el producto sea rentable, coincidieron los expertos.
Los principales requisitos para que una Pyme sea sujeta de crédito es que esté formalmente establecida, que tenga dos años de operación, un buen historial crediticio en el Buro de Crédito y cuente con capacidad de pago.
“Sin embargo, lo primero que analizamos es el proyecto de inversión que presenten los clientes, evaluamos si es rentable y analizamos la exposición de riesgos”, detalló Sierra.
Cuando el crédito es autorizado y la documentación es correcta, el plazo para obtenerlo va de 10 días a tres semanas y se puede pagar hasta en cinco años.
El recuento
En México existen 1,700 entidades financieras: 1,400 son sofomes, menos de 100 sofoles y hay 65 bancos, el resto son cajas de ahorro, uniones de crédito, arrendadoras y factoraje, detalló la Asofom.
El fondeo de estos intermediarios es necesario por parte de la banca de desarrollo, internacional y comercial para seguir apoyando a más empresas.
De acuerdo con Meléndez, la banca de desarrollo en los últimos tres años ha otorgado un fondo de 100 millones de pesos a los intermediarios financieros no bancarios para su fondeo y garantizar parte de su cartera. “La meta para el 2010 es colocar 100 millones de pesos más”, agrega el funcionario.
Letras chiquitas
Como cualquier fuente de financiamiento, ésta también tiene sus pros y contras. Hasta el momento en la Condusef se han registrado 1,568 controversias hacia las sofoles: 11% por inconformidad con el saldo del crédito; 8% por cobro de intereses no reconocidos por el cliente y 5% por beneficios no aplicados, entre las más representativas.
Para las sofomes se encontraron 7,722 controversias: 12% indican que no se atendió la solicitud de cancelación; 6% atienden a inconformidad con el saldo de crédito y 5% por el cobro de intereses no reconocidos.
Ante esta situación, Martínez recomienda a los interesados pedir los costos de financiamiento que tendrán que pagar.
Adicionalmente, es importante analizar las tasas de interés que se cobrarán por el financiamiento, las comisiones, como puede ser la de apertura; y el costo anual total, para que estén en posibilidad de evaluar lo que les conviene.
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